El GPX: la herramienta más subestimada del trail running

Saber cargar, leer y seguir un GPX debería ser parte del entrenamiento de todo corredor de montaña. Descargarlo no basta: hay que entenderlo y practicarlo.

FORMACIÓN

11/4/20251 min read

Cada vez más organizadores comparten el archivo GPX oficial de la ruta. Sin embargo, muchos corredores lo descargan sin saber cómo usarlo. El GPX no es un recuerdo ni un archivo decorativo; es una herramienta de orientación y seguridad. Tenerlo guardado sin probarlo es como tener un mapa y no saber leerlo.

El GPX muestra la ruta completa, altitud y puntos clave. Cargarlo en el reloj o en apps como Strava, Wikiloc o Komoot permite seguir el recorrido incluso si la señalización se pierde. Pero no basta con cargarlo: hay que verificarlo y practicarlo antes del evento. Muchos errores ocurren porque el archivo no se visualiza, el mapa base no está descargado o simplemente el corredor nunca probó el modo navegación o no sabe utilizarlo.

Los corredores experimentados, incluidos los élite revisan parte de la ruta días antes siguiendo el GPX. Así confirman cruces, puntos críticos y adaptan su estrategia. Practicar su uso permite reaccionar rápido ante desvíos, baja visibilidad o fatiga.

El GPX forma parte del equipo básico, igual que el frontal o el silbato. No sustituye la señalización, la complementa. En la montaña, el viento, los animales, PERSONAS o la niebla pueden alterar las marcas, pero tu dispositivo te mantendrá en ruta.

Descargarlo y no saber usarlo es una falla de preparación. Aprender a interpretarlo y llevarlo activo es una muestra de respeto por la organización, por la montaña y por ti mismo.


Porque en el trail running, la verdadera seguridad no depende de la cinta, sino del corredor que sabe dónde está.