¿Por qué cada vez hay menos corredores en los ultras de México?

Durante la última década, México vivió un boom de carreras de ultradistancia: 50K, 80K, 100K e incluso 100 millas. Estos eventos se consolidaron como los máximos retos del trail nacional y fueron sinónimo de prestigio, aventura y resistencia.

Sin embargo, en los últimos años, muchos organizadores y comunidades han comenzado a notar un cambio importante: la participación en los ultras ha disminuido de forma constante, mientras que las distancias medias (21K–42K) ganan cada vez más fuerza. Este fenómeno no es exclusivo de una región, sino que se repite en distintos estados y contextos organizativos.

🔹 Factores sociales y económicos

Costos elevados: Participar en un ultra implica inscripciones que oscilan entre los $1,000 y $4,000 pesos, además de transporte, hospedaje, alimentación y equipo técnico.

Contexto económico: Con la inflación y la incertidumbre financiera, muchos corredores priorizan distancias más accesibles en tiempo y dinero.

Falta de tiempo: Entrenar para un ultra requiere semanas o meses de preparación y muchas horas semanales. Para personas con cargas laborales o familiares, esto se vuelve inviable.

🔹 Cambios en el perfil del corredor

Nuevas generaciones están entrando al trail con intereses distintos: buscan experiencias más rápidas, estéticas y compartibles, sin necesariamente aspirar a los 100 km.

El ultra dejó de ser la cima aspiracional: Hoy, correr un maratón de montaña o una media distancia ya representa un reto suficiente.

Mayor conciencia del cuerpo: Aumenta el interés por cuidar la salud, prevenir lesiones y disfrutar el proceso más que castigar al cuerpo con esfuerzos prolongados.

🔹 Ajustes de los propios organizadores

En respuesta a esta tendencia, varios organizadores han decidido eliminar sus distancias ultras, manteniendo únicamente pruebas de 10K a 42K, que les resultan más rentables y atractivas.

Otros han optado por ofrecer relevos, retos nocturnos, verticales o descenso como alternativas al ultra tradicional.