Ropa de segunda mano, impacto de primera: sostenibilidad en el trail running

Dar una segunda vida a la ropa técnica reduce emisiones, ahorra recursos y redefine la relación del trail running con la naturaleza.

MATERIAL

10/8/20252 min read

La sostenibilidad en el trail running no se limita a recoger lo que dejamos en el sendero; también se trata de repensar lo que llevamos puesto. Cada prenda técnica, camisetas transpirables, chamarras impermeables, mallas térmicas tiene una huella significativa: producir una chaqueta de poliéster puede requerir más de 2,500 litros de agua y emitir cerca de 15 kilos de CO₂, además de liberar microplásticos que terminan contaminando los ecosistemas que tanto disfrutamos al correr.

Aquí entra en juego la economía circular, un modelo que busca mantener los productos y materiales en uso el mayor tiempo posible, reduciendo la extracción de nuevos recursos. En lugar del ciclo lineal de “comprar, usar y desechar”, la circularidad propone reutilizar, reparar, revender y reciclar. En el caso del trail running, esto significa dar nueva vida a prendas que aún conservan su funcionalidad, intercambiarlas entre corredores o restaurarlas para prolongar su utilidad.

Cada vez que una chaqueta usada sigue en circulación, se evita la fabricación de una nueva, con el consiguiente ahorro energético y de emisiones. Además, este modelo genera beneficios económicos locales: tiendas y comunidades que gestionan la reventa o reparación de equipo crean empleo y fortalecen redes colaborativas dentro del deporte.

La economía circular también impulsa un cambio cultural. Nos invita a valorar la durabilidad sobre la novedad, el mantenimiento sobre el descarte, y a entender que el rendimiento no depende de lo último en catálogo, sino del uso responsable de lo que ya tenemos. Al participar en mercados de segunda mano o eventos de gear swap, los corredores no solo cuidan su bolsillo, sino que se convierten en actores activos de un sistema más equilibrado.

Los gear swaps, son encuentros donde los deportistas venden, donan o intercambian equipo, encarnan este principio. Más que simples ferias, son espacios de comunidad: los corredores comparten experiencias, evalúan el estado de las prendas y promueven un consumo responsable. Estos eventos no solo reducen residuos, sino que también redistribuyen recursos dentro del propio ecosistema deportivo, creando una economía local basada en la confianza y el aprovechamiento.

Dar una segunda vida a la ropa de trail no solo reduce el impacto ambiental, sino que redefine qué significa realmente "correr en armonía con la montaña".